El palio que utilizó la Virgen de la Esperanza desde la reorganización de la Hermandad en 1889 hasta podría ser el primitivo que procesionaría la cofradía cuando se estrenó la Capilla de los Marineros a principio del siglo XIX. En las fotografías observamos los arcaicos e interesantes bordados de las bambalinas y el paso con San Juan y la Magdalena en el interior de la iglesia de San Jacinto a principios siglo
La foto es de finales del siglo pasado y vemos a la imagen primitiva de la Esperanza de Triana con la compañía de San Juan y María Magdalena.
La Esperanza de Triana en su paso con un nuevo palio de terciopelo negro que estrenó en 1903, posible obra de Rodriguez Ojeda. El techo de palio siguió siendo el primitivo, solo se estrenaron las bambalinas, El color de este palio, parece ser en negro, pues parece razonable que tuviera el mismo color que el manto que se estrenó a la vez, conservado hoy en Carmona.
En esta otra fotografía de 1908, se puede ver un techo de palio diferente al anterior. pues en la gloria del centro del techo de palio mostraba una paloma en relieve, es posible que este techo de palio se estrenara en 1904 o en años sucesivos, y fue utilizado hasta 1017.
El manto de salida de la Virgen de los Dolores de la Hermandad del Silencio de Carmona, obra decimonónica que perteneció a la Esperanza de Triana. Este manto es el que estrenó la Esperanza de Triana junto con las bambalinas en 1903, como ya hemos señalado en fotografías anteriores
En 1918 estrenó un nuevo palio diseñado por el ceramista José Recio, de ahí ese característico dibujo de los bordados y bordado por Olmo sobre terciopelo rojo, era de una riqueza excepcional.
En la fotografía se observan las bambalinas laterales en los años inmediato al estreno, y en la fotografía de arriba en la que se ve el paso de frente hacia 1921. Con el estreno de de los varales y los respiraderos de metal repujado.....
......el paso se convirtió en uno de los más lujoso de la época. Este palio de color rojo procesionó la Virgen de la Esperanza durante 32 años, antes de que luciera el de malla de oro, que, con renovaciones, es el que ha llegado hasta nuestros días. Actualmente estas bambalinas se encuentran en Ceuta. la podemos comprobar en las siguientes fotografías:
Foto antigua del palio de María Santísima del Mayor Dolor, de Ceuta.
Las bambalinas fueron compradas a la hermandad de la Esperanza de Triana en 1951.
Estrenadas en 1918, con diseño de José Recio y ejecutadas en el taller de Hijos de Miguel Olmo.
Virgen del Mayor Dolor de Ceuta obra de Juan de Astorga datada 1828 Palio de Hijos de Olmo 1918 Es el anteriormente de la Esperanza de Triana. Los Respiraderos de Antonio Perez del Barrio. Primer oficial de Seco Velasco. Replica estos de la Estrella de Triana. El manto es de Esperanza Elena Caro.
Las nuevas bambalinas realizadas en el Convento de Sta. Isabel, en 1951, sustituyendo al de Olmo. En 1970, estas bambalinas fueron restauradas y pasadas al interior de éstas, haciendo el Taller de Esperanza Elena Caro las actuales, las de la cara exterior actual, aunque, desgraciadamente, modificando el perfil peculiarísimo y elegantisimo que éstas, las de Sta. Isabel tenían.
Trasera del palio de la Esperanza de Triana con el manto conocido popularmente como: el manto de los dragones.
Manto realizado en terciopelo verde con bordados de Esperanza Elena Caro bajo diseño de José Recio en 1947. Destaca en el centro el escudo de la Hermandad, entorno al cual se desarrollan grandes tallos vegetales muy movidos cargados de hojarasca, flores, pájaros, macetillas y cestos de frutas. En la parte inferior aparecen los dragones alados, motivo típico de la cerámica trianera. En 1967 fue pasado a nuevo terciopelo en el taller de Sobrinos de Caro. Y en el año 2000 fue restaurado por Fernández y Enrique.
La Esperanza de Triana cuenta con dos mantos de salida, uno realizado en el año 1994 por el taller de José Manuel Elena Martín, sobre terciopelo verde en oro a realce y sedas naturales y el otro el ya mencionado el " de lo dragones ".
Las bambalinas actuales que vemos por el exterior son obra del taller de Esperanza Elena Caro entre 1970 y 1971 y fueron realizadas siguiendo el dibujo de las anteriores, obras del taller del Convento de Santa Isabel entre 1950 y 1951, y que al hacer las nuevas pasaron al interior de las mismas. Estas seguían el primitivo diseño de José Recio y los bordados de Olmo de 1918, aunque algo reformados. Se observa una composición simétrica y con elementos vegetales.
También destacan otros elementos como cuernos de la abundancia, cabezas de tritones, roleos y guirnaldas de flores y frutas, habituales de los diseños de la cerámica trianera. Recientemente se les ha realizado una limpieza y colocado nuevos flecos de bellota, en el taller de José Ramón Paleteiro
