Hola A todos-todas a los que le gustan el arte y quieren ver mi humilde trabajo de cómo va evolucionando este cuadro de La Hermandad de San Gonzalo de Sevilla.
Como se pudo apreciar en el último post la obra la dejé de esta manera:
Así se quedó y además hace bastante tiempo de ello. Ahora en estas vacaciones le he dado un gran impulso, pero no ha sido lo suficiente como para poder terminarlo.
Bueno yo creo que todos ustedes comprenderán a lo largo de este nuevo post. el de porqué no he podido terminarlo ya que la evidencia se palpa nada más ver la minuciosidad del trabajo y la lentitud y paciencia que hay que tener para lograr pintar el dibujo del bordado de la túnica.
Y el esfuerzo y la tensión del sentido de la vista que se origina para lograr darle ese relieve al bordado que se merece. Para lograr darle el máximo realismo que te puedan permitir las pinceladas y, como no, el saber ya de cada uno.
He aquí los resultados de tan ardua tarea y...buffff... entretenida y enreosa y como antes he dicho hay que fijar mucho el sentido de la vista y eso llega a dar dolor de cabeza. Pero al ver uno los resultados se va emocionando y te impulsa a seguir adelante con la obra.
Como podéis observar en esta parte ya estoy liado con las mangas de la túnica. He de decir que esta parte me es más difícil porque las mano, como ya expliqué en su día en otro post. la tuve que subir para que me entraran en el cuadro y que me diera ese efecto de maniatado que lleva el Cristo, pero que las manos las llevas muchos más bajas y eso hace más complicado la composición y proporción del conjunto. Ojo que las imágenes del cuadro son a tamaño real, o sea que el cuadro es bastante grande.
En esta otra fotografía estoy haciendo una cata o prueba con el tono, azul tercio pelo de la túnica del Cristo.
En esta otra toma se puede apreciar que le he pintado al Caifás la especie de adorno a modo cenefa dorada que lleva en el gorro, y como no esa potente mano característica de las obra de Ortega Bru
Y ahora le ha tocado a las manos del Cristo que como verán siguen las misma líneas antes dicha de la fuerzas de las esculturas de Ortega Bru.
Bueno amigos-amigas pues esto ya se acaba aquí, por ahora, hasta otra ves que vuelva a darle un "empujoncito" a este espectacular y entretenido cuadro de San Gonzalo. Que es todo un portento de entretenimiento, fijación, estudio de las perspectivas y preciosidad en todo su conjunto.
Un abrazo.
Manuel Sánchez de los Reyes.
Como se pudo apreciar en el último post la obra la dejé de esta manera:
Así se quedó y además hace bastante tiempo de ello. Ahora en estas vacaciones le he dado un gran impulso, pero no ha sido lo suficiente como para poder terminarlo.
Bueno yo creo que todos ustedes comprenderán a lo largo de este nuevo post. el de porqué no he podido terminarlo ya que la evidencia se palpa nada más ver la minuciosidad del trabajo y la lentitud y paciencia que hay que tener para lograr pintar el dibujo del bordado de la túnica.
Y el esfuerzo y la tensión del sentido de la vista que se origina para lograr darle ese relieve al bordado que se merece. Para lograr darle el máximo realismo que te puedan permitir las pinceladas y, como no, el saber ya de cada uno.
He aquí los resultados de tan ardua tarea y...buffff... entretenida y enreosa y como antes he dicho hay que fijar mucho el sentido de la vista y eso llega a dar dolor de cabeza. Pero al ver uno los resultados se va emocionando y te impulsa a seguir adelante con la obra.
Como podéis observar en esta parte ya estoy liado con las mangas de la túnica. He de decir que esta parte me es más difícil porque las mano, como ya expliqué en su día en otro post. la tuve que subir para que me entraran en el cuadro y que me diera ese efecto de maniatado que lleva el Cristo, pero que las manos las llevas muchos más bajas y eso hace más complicado la composición y proporción del conjunto. Ojo que las imágenes del cuadro son a tamaño real, o sea que el cuadro es bastante grande.
En esta otra fotografía estoy haciendo una cata o prueba con el tono, azul tercio pelo de la túnica del Cristo.
En esta otra toma se puede apreciar que le he pintado al Caifás la especie de adorno a modo cenefa dorada que lleva en el gorro, y como no esa potente mano característica de las obra de Ortega Bru
Y ahora le ha tocado a las manos del Cristo que como verán siguen las misma líneas antes dicha de la fuerzas de las esculturas de Ortega Bru.
Bueno amigos-amigas pues esto ya se acaba aquí, por ahora, hasta otra ves que vuelva a darle un "empujoncito" a este espectacular y entretenido cuadro de San Gonzalo. Que es todo un portento de entretenimiento, fijación, estudio de las perspectivas y preciosidad en todo su conjunto.
Un abrazo.
Manuel Sánchez de los Reyes.
